El reciclaje de pilas, acumuladores y baterías es una actividad cuyo objetivo final es reducir el número de pilas, acumuladores y baterías que son descartadas como residuo sólido urbano. Las pilas, acumuladores y baterías contienen diversos metales pesados y químicos tóxicos; cuyo descarte ha sido motivo de preocupación a causa de los riesgos de contaminación del suelo y del agua, que las mismas representan.

Si las tiramos a la basura llegan a los vertederos y estos metales, altamente tóxicos, se liberan al ciclo del agua a través de la lluvia o del gas producido al quemar la basura. Si no reciclamos este tipo de productos produce un alto impacto al medio ambiente producido por los lixiviados, debido a que las pilas son arrojadas con el resto de la basura domiciliaria, siendo vertidas en basureros ya sean a cielo abierto o a rellenos sanitarios.

 En la gran mayoría de las ciudades existen puntos de recogida selectiva de pilas, donde los usuarios pueden depositarlas y conseguir una eficaz trazabilidad y recuperación de ellas, suelen haber en las grandes superficies (centros comerciales, supermercados, etc.) contenedores para ello e incluso en las grandes ciudades existen marquesinas en puntos de la ciudad y en paradas de autobús para facilitar su tratamiento.”